lunes, 20 de agosto de 2012

eramos tan pobres

Una joven en el hospital estaba a punto de dar a luz. La enfermera le preguntó si quería que su marido estuviera presente al tener el bebe.
-La verdad es que no tengo un esposo- respondió.
-Ok, ¿y tienes un novio?- le pregunto la enfermera.
-No, tampoco tengo novio.
-¿Tienes a alguien que quieras te acompañe?.
-No, no tengo a nadie, voy a tener mi bebe sola.

Después del nacimiento la enfermera habla otra vez con la joven.
-Tenés una enérgica y saludable nena, pero debo advertirte antes de que la veas de que la bebe es negrita.
-Bueno- respondió la joven. -Lo que paso es que andaba sin suerte, sin dinero, y sin sitio donde vivir, así que tome un empleo en una película pornográfica. La estrella de la película era negro-.
-Oh, lo lamento- dijo la enfermera, -la verdad no es de mi incumbencia,  y no quiero ser metida, y lamento que te haga estas preguntas embarazosas, pero debo decirte también de que la niña tiene el pelo rubio-
-Bueno, si- respondió otra vez la joven, -sabés que pasa, es que necesitaba mucho el dinero y había un muchacho suizo, también en la película, no tenía otro remedio-.
-Oh, lo lamento- repitió la enfermera, -no quiero molestarte otra vez, pero la niña tiene los ojos estirados-.
-Bueno si- continuó la joven, -me estaba yendo muy mal y había un chinito en la película, de veras que no tuve otro remedio-.
A esto la enfermera le pide disculpas, y agarra la niñita y se la pasa a su madre, quien inmediatamente le da una palmada. La niña empieza a llorar y la madre exclama:
-¡Gracias a Dios por eso!.
-¿Que quiere decir?- dice la enfermera asombrada.
-Bueno- dijo la joven bien aliviada -Tenía el horrible presentimiento de que iba a ladrar-.

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